2014 |
El rico Richard Walker acaba de morir, dejando atrás una casa de campo llena de habitaciones plagadas del detrito de toda una vida. Su distanciada familia (Caroline, la amargada exmujer, Trenton, el adolescente problemático, y Mina, la hija resentida) acaba de llegar para reclamar la herencia.
Pero los Walker no están solos. La puritana Alice y la cínica Sandra, las antiguas residentes, que llevan muertas mucho tiempo, pero siguen atadas a la casa, merodean entre sus claustrofóbicas paredes. Peleando por el espacio, la memoria y la supremacía, observan a la familia, comerciando con barbitúricos y reminiscencias de sus vidas pasadas. Aunque sus voces no puedan oírse, Alice y Sandra hablan a través de la casa en sí misma (en el siseo del radiador, en el crujido de las escaleras, en el parpadeo de las bombillas).
Las dolorosas verdades que pronto saldrán a la luz acechan tanto a vivos como a muertos. Cuando un nuevo fantasma aparece y Trenton empieza a comunicarse con ella, el mundo espiritual y el humano colisionarán con resultados catastróficos.
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