Saga The Plated Prisoner de Raven Kennedy

2021

Gild

Las hadas abandonaron este mundo para dejarlo a nosotros. Y los que tienen poder son los que gobiernan.

Oro.

Suelos de oro, paredes de oro, muebles de oro, ropa de oro. En Highbell, en el castillo construido en las montañas heladas, todo está hecho de oro.

Incluso yo.

El Rey Midas me rescató. Me sacó de los barrios bajos y me puso en un pedestal. Me llaman su preciosa. Su favorita. 

Soy la mujer a la que tocó con oro para mostrarles a todos que le pertenezco. 

Para mostrar lo poderoso que es. Él me protegió y yo le di mi corazón. Y aunque no salgo de los confines del palacio, estoy a salvo.

Hasta que la guerra llega al reino y se hace un acuerdo.

De repente, mi confianza se rompe. Mi amor es desafiado. Y me doy cuenta de que todo lo que pensé que sabía sobre Midas podría estar equivocado.

Porque estos barrotes en los que me mantiene, no importa cuán dorados sean, siguen siendo solo una jaula. Pero los monstruos al otro lado podrían hacerme desear no haberme ido nunca.

2021

Glint

“¿Quieres hacer de tu vida más fácil? Entonces sé el pájaro enjaulado que eres y canta”.

Durante diez años, he vivido en una jaula de oro dentro del castillo de oro del Rey Midas. Pero una noche lo cambió todo.

Ahora estoy aquí, una prisionera del ejército del Cuarto Reino, y no estoy segura de si voy a salir de esto en una pieza. Están marchando a la batalla, y soy la moneda de cambio que apagará el fuego o iniciará una guerra.

En el corazón de mi miedo, mi preocupación, está él: el Comandante Rip.

Conocido por su brutalidad en el campo de batalla, su crueldad es insuperable. Pero sé la verdad sobre lo que es.

Fae.

Los traidores. Los asesinos. Los que casi destruyeron Orea, acabando con el Séptimo Reino en el proceso. Rip tiene poder chisporroteando debajo de su piel y picos relucientes por su columna. Pero sus ojos, sus ojos son los más atractivos de todos.

Cuando pone esos ojos negros en mí, me siento cautiva por una razón completamente diferente.

Puede que esté fuera de mi jaula, pero no soy libre, ni siquiera cerca de serlo. En el juego de reyes y ejércitos, soy el peón dorado. La pregunta es, ¿puedo superarlos?