2014 |
Puedes pensar que soy parcial, habiendo sido asesinada. Pero mi estado de existencia no tiene nada que ver con la curiosidad hacia mi propia especie, si podemos ser llamados así. No entramos dócilmente, como tu poeta alienta, en esa buena noche. Una niña muerta camina por las calles. Caza asesinos. Asesinos de niños, al igual que el hombre que arrojó su cuerpo a un pozo hace trescientos años. Y cuando un muchacho desconocido, que tiene extraños tatuajes, se muda al vecindario, ella descubre algo más. Pronto ambos serán atraídos al mundo de rituales de muñecas espeluznantes y oscuros exorcismos Shinto, que los llevarán desde los suburbios de América a los remotos valles y santuarios de Aomori, Japón. Porque el chico tiene un terrible secreto, uno que mataría por salir.
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