2017 |
Dolores Diana Parto García no era una princesa. Si tuviese que ser parte de un cuento de hadas, terminaría siendo la rana. Aunque podría pasar por los besos de todos y cada uno de los príncipes, sin concederse el milagro. Desde que tuvo uso de razón sufrió las burlas de todo el mundo. A pesar de todo, aprendió a levantarse de cada caída, de manera literal. Además de algo pasada de peso solía ser un poco torpe. Sin embargo, nunca perdió la esperanza, porque como siempre dicen: es lo último que se pierde y ella sabía que, en algún momento, su príncipe azul llegaría. Eso o acabaría casándose con Dios, los dotes para ser una buena monja los poseía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario