2018 |
Cuando naces en un pueblo y te crías ahí es muy difícil salir adelante, estudiar una carrera o en todo caso ser independiente. Vivir en un pueblo es complicado y el éxito para ellos es casarte y atender a tu marido, quien se casa es una mujer con mucha suerte, quien se casa es triunfante y es por eso que Margaret ha evitado visitar a su familiar para no escuchar comentarios sobre su soltería y el hecho de no haberse casado ni bien cumplió los veintidós años.
Maggy no era una mujer que no creyera en el amor, todo lo contrario; ella creía ciegamente en aquel sentimiento, el problema es que aún no encontraba aquel hombre que la hiciera sentir parte de algo. Margaret Fabri ha pasado los últimos años pidiéndole a los santos de su pueblo y a Santa Claus que le envíen el amor, cada cumpleaños soplaba la vela con el único pensamiento de encontrar aquel hombre especial que la amara sin condiciones.
Cuando cumple treinta y cinco años, ella ya sabe perfectamente que ni Santa Rosa de Lima y mucho menos Eros le mandará al amor de su vida. Ha tenido que ver a sus hermanas pequeñas casadas, a sus amigas las liberales llevar un anillo en sus dedos y a todos sus ex que solo buscaban divertirse terminando en una iglesia y diciendo «Acepto».
¿Qué pasó con ella? es la pregunta que todos los días se hace.
Ella es linda, tiene un buen empleo y dos gatos que le hacen compañía, ¿qué está mal con ella?
Pero esta navidad todo cambia, su padre le pide que pase noche buena en la casa del pueblo remarcando que toda la familia irá. Ella esta aterrada, desde hace años ha evitado ir a todas las fiestas para evitar aquellas miradas y preguntas que se repiten una y otra vez cada año: ¿y cuándo se casará la pequeña Maggy? o advirtiéndole que se le pasará el tren. Pero esta vez será diferente, esta vez Santa Claus bajará por su chimenea para mostrarle la otra cara del amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario