2018 |
Esa noche se cumplía trescientos años desde que su amada Ekaterina lo abandonó en Moscú, cansada de sus infidelidades. Lo descubrió en la cama –que compartían juntos– con una vampira recién conversa. Fue la gota que rebosó el vaso, haciendo las maletas y marchándose lejos para nunca volver. Él no solo le falló como amigo y protector, sino como esposo. Y, ahora, estaba perdido sin ella.
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