Me llamo Emma, aunque todos me conocen como “Emma sin miedo”.
Trabajaba como reportera, grabando en casas embrujadas o psiquiátricos abandonados. Parece espeluznante, pero una enfermedad muy rara me impide sentir miedo.
Mi vida era perfecta hasta que llegó William, o como me gusta llamarle: “El señor siniestro”. Dice que es médium, pero yo creo que tiene más cuento que otra cosa, y por su culpa he sido relegada al puesto de ayudante.
¿Es necesario decir que lo odio?
Según él, soy la mismísima princesa de hielo, fría y despiadada, y no sabe hasta qué punto es cierto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario