2016 |
Los psicólogos escolares no deben escribir libros sobre sexo. Hacerlo sería considerado "no ético" y "una ofensa infalible". Por suerte para ti, la ética nunca fue mi fuerte.
Después de pasar años tratando de darle sabor a mi vida sexual, me di por vencido y lo llevé a mi diario. Tal vez mi marido magnífico, frío, que crujía los números simplemente no era capaz de la clase de pasión que esperaba. Después de todo, mis ex novios -un skinhead convertido en un infante de marina fuera de la ley, un punk rocker con cara de bebé y un bajista de heavy metal- estaban tan tatuados y alimentados con testosterona como los principales hombres de mis novelas románticas favoritas Si no pudiera volver a sentir ese tipo de pasión en la vida real, al menos podría escribir sobre ello. ¿Derecha? Nadie tenía que saber. Sería mi pequeño secreto.
¿Bien adivina que? Mi esposo leyó esa mierda.
Y adivina qué más? Él aumentó su puto juego.
Borracho de poder y bajo el dudoso consejo de mi mejor amigo y colega, comencé a probar las entradas de diario de elaboración de límites específicamente diseñadas para manipular el comportamiento de Ken. En su mayor parte, respondió maravillosamente ... excepto cuando no lo hizo.
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