2019 |
Si hay algo que aprendí, es que la vida puede cambiar de rumbo de un día para el otro sin aviso, y que el destino, tal y como lo teníamos planeado, de pronto puede desaparecer. Fue al comienzo del verano que lo conocí a él, a Gerard, el chico que se convirtió en el hombre de mi vida sin esperarlo. Fuimos amigos al comienzo, pero con el pasar del tiempo nos fuimos enamorando profundamente y gracias a él, pude vivir la mejor época de mi vida luego de que los médicos me diagnosticaran una MCD (Miocardiopatía Dilatada) en el corazón, enfermedad que iría acabando conmigo en pocos meses a no ser que apareciera un donante compatible conmigo a tiempo.
Angustia, miedo, risas, amigos, llanto, amor e incertidumbre, son algunas de las palabras que más resaltaron aquel caluroso verano que marcó mi vida para siempre.
Mi nombre es Domiana Rey, y ésta es mi historia.
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