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| 2019 |
Ángel ha vivido el maltrato desde que puede recordar. Sabe lo que se siente. Y también sabe lo que es que una persona mayor se aproveche de la confianza de un niño. Por eso, cuando conoce a Fanny, su pequeña mariposa, se promete a sí mismo que será para ella lo que él no tuvo: un refugio.
Claro que Ángel tiene un problema. Y es que, al igual que les pasa a las mariposas, no puede ver sus propias alas. Suerte que tiene a Fanny, a Santi y a Gina para mostrárselas.
En esta historia conocemos el pasado de Ángel, el de Fanny, las infancias y las familias de ambos, cómo se conocieron y lo que les une durante tantos años. Sabemos algo más de los amigos de Ángel y de los de Fanny. También descubrimos cual es el trauma de infancia que vivió Ángel. Y algo que ni él mismo sabe, y es el verdadero motivo por el que es tan reacio a iniciar una relación con Fanny en Maraña de secretos.
Este libro es una precuela. Se puede leer solo, o acompañado de Maraña de secretos. Y también se puede leer antes o después de este. En todos los casos, cada uno de los dos libros tiene sentido por sí mismo, pero juntos se complementan. Entre los dos cuentan la historia de una bonita relación, primero casi fraternal, luego platónica, y luego romántica. En realidad, siempre hay amor. Desde el principio. Es eso intangible que une a Ángel y Fanny, sin que ellos mismos se den cuenta.
Y es que, cuando dos mariposas iguales se encuentran y vuelan juntas, ya no pueden separarse. Aunque se guarden secretos.
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