2019 |
Tres primos. Dos mundos. Un secreto
El día para los del día. La noche para los de la noche.
Cuenta la leyenda que, en el valle del Baztán, los dioses convivían en hermandad y las criaturas del día y de la noche podían vivir en armonía. Pero Gaueko, el temible dios de la noche, empezó a atemorizar a los humanos con su séquito de lobos y la diosa de la tierra, Mari, engendró la Luna y el Sol para protegerlos de la oscuridad. Sin embargo, las ansias de poder de Gaueko le llevaron a tramar un plan para raptar al Sol y así instaurar de manera definitiva su reinado de las sombras. Presa de la ira, Mari dividió el mundo en dos y ya nada ni nadie pudo cruzar la frontera entre ambos.
Teo, Emma y Ada no se gustan nada, pero son primos, y las circunstancias han querido que pasen el verano juntos en el caserío navarro de su abuela. Cuando uno de ellos desaparece y los demás salen en su búsqueda, descubren un universo de brujos y dioses, de gigantes irascibles y bellas mujeres con garras de ave rapaz en el que el temible dios Gaueko ha impuesto la oscuridad. Un mundo en el que solo podrán salvarse de las tinieblas si permanecen unidos y descubren su propia magia.
2020 |
Tras su incursión en Gaua, Emma y Teo piensan que todo lo que han vivido en Gaua es solo una aventura para recordar. Pero lo que no saben es que se ha abierto una brecha entre los dos mundos, y que una parte de Ada, su prima pequeña, sigue siendo presa de Gaueko.
2020 |
Tres primos. Dos mundos. Un secreto.
Es otoño, y Ada, Teo y Emma han regresado a Irurita para celebrar los ochenta años de la Amona. Juntos visitan el mercado de Elizondo, donde un castañero explica cuentos a los niños. Para su sorpresa, uno de esos cuentos habla de un mundo que solo puede ser Gaua, y de una joven bruja que se ve obligada a entregar a su hija al bosque para librarla de las garras de un rey malvado, que los tres primos identifican al unísono con Gaueko.
Ada no tiene dudas: la joven bruja de la que habla la historia del castañero tiene que ser su madre. ¿Es posible que esté viva, escondida en algún lugar de Gaua? ¿Podría llegar a encontrarla? Por pequeña que sea esa posibilidad, Ada necesita explorarla. Lo que significa cruzar el portal y preguntar por ella a la diosa que todo lo sabe: Mari.
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